BIG SUR; CAPÍTULO 35 | *JACK KEROUAC

Pero a veces hay en el orgasmo un terrible elemento paranoico que no libera una dulce simpatía sino un veneno que se descompone en el cuerpo — Siento un odio lívido hacia mí mismo y hacia todo, lejos de ser un alivio la sensación de vacío es ahora como si mi energía vertebral hubiera sido robada a propósito por una energía hechicera — Siento que fuerzas malignas se congregan a mi alrededor, fuerzas malignas que vienen de ella, del hijo, de las paredes de la cabaña, de los árboles, incluso la imagen de Dave Wain y Romana me parece maligna — Dejo a la pobre Billie llorando y corro al arroyo a tomar agua pero siempre que hago una cosa así tengo que volver a pedirle disculpas, pero cuando la veo de nuevo “ella está haciendo algo más” la miro de reojo y ya no tengo ganas de pedirle disculpas — Murmura algo con el rostro escondido entre las manos y al lado el niño llora — “¡Dios mío, debería meterse en un convento!” pienso mientras corro de vuelta al arroyo — El agua tiene de pronto un sabor distinto como si alguien hubiera derramado gasolina o kerosén río arriba — “Deben ser esos vecinos que quieren acercarse a mí, eso” — Pruebo cuidadosamente el agua y estoy seguro de que es eso lo que pasó.

Estoy sentado como un idiota al lado del arroyo observando a Dave Wain que se acerca dando grandes zancadas con un pez en el sedal y su alegre acento del oeste como si no pasara nada raro “Bueno, me quedé ahí dos horas ¡y mira lo que traje! una infestada pero hermosa y patética trucha, un sagrado arco iris del mar que voy a limpiar ya mismo —Ahora bien, la forma de limpiar un pez es la siguiente”, y se arrodilla inocente frente a arroyo para mostrarme cómo — No puedo hacer otra cosa que mirar y sonreír — Dice: “Estoy preparado para irme de excursión a Farollone Island en los próximos dos años, con canarios salvajes iluminando el bote, cientos de kilómetros mar adentro — Estoy tratando de juntar dinero para comprarme un bote de pesca, pescar es una actividad mejor que cualquier otra y estoy decidido a reorganizar completamente mi vida con ese objetivo, aunque veo la imagen severa de Fagan chillando con una caña Roshi, pero ya verás con qué rapidez se pueden pescar cientos de arenques y limpiar un salmón en un minuto y medio, y además uno anda por ahí en camisa y usa gorros de lana tejida — Conozco absolutamente todo acerca del tema y estoy escribiendo un artículo definitivo sobre cómo el trabajo duro de la limpieza es la salvación para todos — Cuando uno está ahí afuera hay una luz muy prístina, pescar es —Eres un cazador — Los pájaros encuentran los peces para ti — El clima te guía — Las angustias se disuelven en la fatiga y todo va bien” — Mientras me pongo en cuclillas pienso que tal vez Billie le esté contando a Romana lo que ocurrió en la cabaña y Dave lo sabrá en un rato aunque entiende bastante bien lo que está sucediendo — Lo ha insinuado varias veces, como ahora, “Parece que estuvieras pasando el peor momento de tu vida, ese chico Elliott puede enloquecer a cualquiera y Billie es una mujercita un poco nerviosa — Ahora es así como se sacan las espinas, con este cuchillo” — Y me asombra el hecho de que yo no pueda ser tan útil ni humanamente sencillo ni lo suficientemente bueno para hablar de una manera común para hacer que los demás se sientan mejor, como Dave, que está ahí, alto, con las mejillas chupadas de haber bebido durante las últimas semanas, pero que no se lamenta ni se queja en un rincón como yo, por lo menos hace algo, se pone a prueba — Despierta otra vez en mí esa sensación de que soy la única persona en el mundo que está desprovista de humanidad, mierda, es la verdad, así es como me siento — “Ah, Dave, algún día tú y yo iremos a pescar a tu campo de minas abandonado en el Río Rogue y entonces nos sentiremos mejor” — “Tenemos que picar mucho para la salsa, Jack”, y dice “Jack” con tristeza un poco como solía hacerlo Jarry Wagner en nuestras ascensiones de vagabundos del Dharma a la montaña donde nos confiábamos nuestros dolores, “sí, y bebemos demasiados tragos DULCES, ya sabes todo ese azúcar sin nada de comida no hace más que alterar tu metabolismo y llenarte la sangre de azúcar hasta el punto de que no tienes siquiera la fuerza de una gallina; tú especialmente no has bebido durante varias semanas otra cosa que oporto y manhattans dulces — Te prometo que la carne pura y sagrada de este pez te curará” (cloquea).

De pronto miro el pescado y me siento muy mal otra vez, vuelve ese viejo sistema de muerte, salvo que ahora voy a hincar en él mi enorme y saludable diente anglosajón y desgarrar la carne triste de un ser vivo que hace una hora nadaba feliz en el mar, y Dave piensa lo mismo y dice “Ah, sí, esa boca pequeña succionaba ciega y feliz en las aguas de la vida y ahora mírala, está donde fue rebanada la cabeza, no debes mirarla, nosotros grandes pescadores borrachos vamos a usarla para nuestra cena sacrificial, por eso cuando la cocinemos voy a decir una plegaria india por él, con la esperanza de que sea la misma plegaria que usaban los indios del lugar — Jack, ¡podemos empezar a divertirnos y pasar una gran semana!” — “¿Una semana?” — “Creí que veníamos para quedarnos una semana” — “Oh, ¿dije eso?… Me siento muy mal con todo… voy a volverme loco con Billie y Elliot y también conmigo… quizás yo tendría, quizás tendríamos que irnos o algo, creo que me moriré aquí” — Y naturalmente Dave está desilusionado y yo lo arranqué de sus asuntos para traerlo nuevamente aquí, otro motivo para que me sienta como una rata.

*JACK KEROUAC