ABRIR LA VEDA | CLARA QUINTANA SILVA

Temporada alta de cazar sueños.

Hazte el dueño o la dueña de tus pesadillas.

Dile al puente que se derrumba,

antes de que se encienda la luz,

“Ahí te quedas”

Abre la veda

cuando lo prohibido repose en duermevela

las reglas se desperecen sobre la encimera

se deslicen sobre el mármol

y no entendamos de moral.

Qué está bien, qué está mal

Tú cómo estás.

Abre la veda

Desliza tus comisuras por las dudas

que te provoca esa piel.

De nada sirven los puntos y aparte

si no nos apartamos también.

En mis huellas siempre hay suspensivos

suspendidos en condicionales

el camino entre principios y finales

que acaban sin empezar

y empiezan acabados.

Abre la veda

a los pechos derrotados

que se abrieron en canal un día,

para ver de cerca qué era

aquello que fluía.

Y entre arterias desoladas

y caricias de cristal

se reventaron

y ningún remache los pudo tapar.

Yo sé que hay gente con el pecho abierto

caminando como un tipo o tipa normal

deshilachando recuerdos

sangrando alfileres

tropezando en un andén

sin saber por qué.

Porque los puntos suspensivos no cierran heridas.

Abre la veda

Ponle fin a este estúpido partido

que el agua atrape al aceite de una vez por todas

que la calma se meta de lleno en la tormenta

que la razón y el corazón convoquen una huelga

y el cuerpo respire instinto.

Que los polos opuestos no sólo se atraigan,

sino que se comprendan.

Que el norte amanezca paupérrimo de ignorancia

y el sur estirando el cuello como una jirafa.

Abre la veda

Ven a mi coto de caza.

Aquí los sueños esperan.

Porque se cumplen cuando los atrapan.

CLARA QUINTANA SILVA

trastosenlaazotea.blogspot.com

#3 *DERBI | ene19

con la participación (*usurpada) de *FRANCISCO DE GOYA; JJ; *JUAN ABARCA; LORENZO CARLINI; *EUGÈNE IONESCO; PABLO LAVILLA; CABEZADEDOLOR; *HENRY MORTON STANLEY; *RAYMOND QUENEAU; *JULIO CORTÁZAR; LA INFAMIA; ILUSTRE MANDARINA; LUPITA DINGUE; *ALFRED JARRY; MIGUEL DE CERDESPUÉS; *LUIGI PIRANDELLO; *VINCENT VAN GOGH; NOELIA C. BUENO; CLARA QUINTANA SILVA; *FRANÇOIS RABELAIS; *GUSTAVE DORÉ; *ALBERT CAMUS; MIGUELO GUARDIOLA; *HUNTER S. THOMPSON; *RALPH STEADMAN; UN QUÍDAM CONTINGENTE Y NECESARIO & LOS MONOS ESPACIALES DE INDUSTRIAS CLINAMEN

LO QUE TOCA CUANDO SALES DE UN POZO | CLARA QUINTANA

Salgo del pozo.

Ando por la carretera. Una pista larga, gris, adornada de gente, sonidos, olores, huellas invisibles, y también de cemento.

Algo me da en la cara. Hacía tanto tiempo. Algo me da de lleno en la cara y creo estar sonriendo.

Viento.

Sigo caminando. Muchos hombros se empeñan en chocarse contra los míos. Y yo, recién salido de los muros, me siento como una piedra que no sabe encontrar su hueco, una pieza dilatada que ya no encaja en su lugar.

Una chica se aproxima mirando al suelo. Sigo con mi papel de piedra, se choca contra mí y unas tijeras van a parar a los dedos desnudos de mis pies.

La chica, sin hacerme caso, se pone a recoger con prisa brazos, piernas, manos, el torso de un hombre, los pechos de una mujer, una cabeza, las tijeras paradas sobre los dedos desnudos de mis pies, y vuelve a meterlo todo en una bolsa enorme.

Después me mira, y escucho a sus pupilas gritar “maldita piedra”.

La observo mientras se aleja cargada de pedazos que no dicen nada. Como si en esa bolsa enorme guardara un montón de principios, nudos y finales sin ninguna conexión, trozos de historias ajenas que se perdieron o que alguna persona decidió abandonar, como cuando se lanza un palo a un río seco, hasta que aparece alguien con una bolsa enorme, recoge todo y se pone a coser, o le prende fuego, o lo deja caer al chocarse contra una piedra.

La chica se detiene frente a una tienda de ropa, y después de saludar al guarda de seguridad, entra y deja la bolsa enorme en el escaparate.

Dispuesto a seguir caminando, otra mujer con el abrigo más feo del mundo, choca contra mí y derrama un líquido caliente con olor a avellana sobre mi cuerpo desnudo. Recoge su vaso y se larga maldiciendo.

Entonces, ese olor a avellana que cubre mi tripa se empeña en escalar hasta mi cerebro repleto de trastos, dudas y recuerdos. Recojo las gotas acumuladas en mi ombligo y me lamo los dedos.

Aquel café.

Grito. Con los ojos cerrados, con la boca bien abierta. Grito con cada partícula que habita en mí, durante mucho tiempo. Hasta que me vacío, porque es lo que toca cuando sales de un pozo.

Después, abro los ojos y camino, sin ni siquiera saber dónde está el horizonte.

Toco el alrededor, el cabello de un hombre que se está quedando sin cabello, la funda de una guitarra que se tumba descubriendo un vacío de terciopelo.

Huelo el humo de un porro, de pan recién hecho, o recién descongelado, el olor de un perfume que se empeña en vestir un cuello.

Escucho los semáforos, motores ahogados, risas limpias, susurros descarados, ladridos escondidos tras los ladrillos de un edificio desalojado.

Saboreo las hojas de la hilera de arbustos, el caramelo que un niño rechaza a un desconocido, el beso que alguien lanza al aire y no es capturado, el jugo de una naranja olvidada que me llama desde un escalón.

Tuerzo las esquinas sin instrucciones. Veo manos con infinitas líneas, pupilas que desprenden luz, veo naturaleza muerta y viva, veo unas pisadas que respiran, de sueños, de cansancio, de a ver qué pasa.

Me detengo ante mi reflejo en un cristal, bajo un rótulo que anuncia cualquier cosa. Desnudo. Me toco la cara. Por las huellas de mis venas, viaja el alivio que se siente cuando unos ojos te encuentran.

Me encuentro.

Entonces me digo que ya no.

Ya no quiero explorar una sola orilla.

Que tal vez esté aquí para pincharme y sangrar, sin que unas tijeras ajenas o el olor de un último café me lleven a la oscuridad de un pozo, al fondo de un río seco donde anidan pedazos de lo que fui, que alguien recogerá algún día y meterá en una bolsa enorme.

Quizás esté aquí porque la vida es un chiste, y aunque aún no atisbe el horizonte, sí existe la brisa de una carcajada que me apetece perseguir.

O puede que simplemente, esté aquí para dejar la pregunta “¿Qué hago aquí?” olvidada en un rincón por el que nunca vuelva a pasar.

Porque, no sé, quizás sea lo que toca cuando sales de un pozo.

CLARA QUINTANA

#0 *LA DERIVA | may17

 

CON LA COLABORACIÓN DE MIGUEL REJAS, SORAYA CALVO, PABLO P. LAVILLA, SOL, ANA PALANIUK, ANDRÉS SÁNCHEZ, GUILLERMO ALEGRE, MIGUEL REGUERA, KALI, MIRANDO FLORES, MARÍA MORENO, ELENA SAN FRUTOS, BÁRBARA CADÓRNIGA, CARLOS GÓMEZ, CLARA QUINTANA, IVÁN MARTÍN, SANTIAGO M MARMORDO, DANIEL CUÉLLAR, MIGUELO GUARDIOLA, AYOZE, DOCTOR TOCOMOCHO, PABLO LAVILLA, ASTOR Y UN QUÍDAM SITUACIOQUÉ Y SEMIBICÉFALO